Hoy reseñaré el libro Fanhunter Las Montañas de la Locura de Cels Piñol, un magnífico reencuentro con el universo Fanhunter. Aunque apareció hace casi un año, no quería dejar pasar la ocasión de comentar uno de los productos más populares sobre el escritor de Providence que ha aparecido recientemente.
La novela es una continuación del clasicazo En las Montañas de la Locura. Siete años después de los hechos que narró Lovecraft, un peculiar filántropo millonario -Alejo Crow- organiza una nueva expedición para descubrir lo que sucedió con la original. Entre los integrantes destaca su biógrafa, Erika Konstatin que tendrá una implicación personal en la misión al querer encontrar a su padre, desaparecido mientras también rastreaba los pasos de los profesores de Miskatonic.
Como veis, el mundo lovecraftiano se fusiona con el universo de Fanhunter, y eso quiere decir una combinación de decenas de referentes culturalmente dispersos. Y precisamente este es el punto fuerte de este trabajo de Cels Piñol. La combinación se hace de una manera natural, sin quedar forzado o caótico. Además, un personaje como Alejo crece de manera descomunal, al trasladarlo a los años 30 se refuerza su papel de ‘fenicius’, un ser que lleva miles de años en este planeta.
El propio Lovecraft aparece en el relato, aunque ya fallecido (la acción se sitúa en el año de su muerte) la relación que tuvo con Alejo es clave para la trama. Asimismo y como no podía ser de otra manera, el futuro Papa anhelara hacerse con el mítico Necronomicon. Por último, como no podía ser de otra manera, los nazis harán su aparición, una búsqueda esotérica en los años 30 no sería lo mismo sin ellos.
Como he dicho al principio, la novela me ha supuesto una agradable vuelta a las historias del universo Fanhunter que me hicieron pasar grandes momentos en mi adolescencia. Vale la pena leérsela, ya no solo para recuperar estas sensaciones, sino para disfrutar de esta nueva dimensión del mundo Cels Piñol con los mitos de Lovecraft.
Hasta aquí mi comentario. Sé que también está el juego de tablero al que aún no he tenido oportunidad de hincarle el diente, pero no dudéis que en cuanto pueda tener contacto con él, aquí os dejaré constancia.
Lovecraft en Barcelona 